Hay muy pocas
cosas que me saquen de quicio. Una es la injusticia, otra la falta de
educación en una persona presuntamente instruida (si no has tenido
la suerte de que te enseñen buena educación, entonces no es culpa
tuya que no la tengas) y la última es que me metan en un molde.
Como humanos
tenemos la costumbre, en la mayoría de los casos útil de
categorizarlo todo, incluidas las personas. En cuanto tenemos unos
cuantos datos, ya está, inmediatamente introducimos a esa persona en
una especie de compartimento o molde y ya no hay quien lo saque de
ahí.
Obviamente esta
conducta resulta práctica en muchos casos, puesto que tenemos que
pensar menos. Ya tenemos a la persona en su cajita y ya no tenemos
que darle más vueltas. Sin embargo yo soy de los que opinan que de
esta manera nos cerramos muchas puertas, perdemos un montón de
información útil y además le cortamos las alas a mucha gente. Y lo
mismo que hacemos con las personas lo hacemos con el resto de las
cosas, dejando de discurrir cuantos usos les podríamos dar si
mantuviéramos la mente un poco más abierta.
Personalmente
tengo gustos e inquietudes muy diferentes por lo que siempre he
encontrado insufrible que me metieran en uno de estos moldes y cuando
tuve que pensar en qué título ponerle a este blog me pareció
simplemente perfecto.
Aquí es donde
intentaré exponer mis últimos cuadros. Estoy aprendiendo a hacer
cuadros en relieve y para eso utilizo yeso, pero también sin emplear
moldes, sólo con espátulas y otros medios más caseros por decirlo
de alguna forma. El primero que hice fue un mural de hojas y ramas, que "aunque lo diga yo" llama bastante la atención. Así
que este mural y cómo lo hice será la primera entrada de mi blog
"Sin Moldes".
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