domingo, 16 de junio de 2013

Hojas en la pared


     

MATERIAL:
  • Silicona
  • Soporte para la silicona
  • Agua
  • Escayola
  • Pinceles
  • Espátulas
  • Pintura acríclica
  • Espejitos
 La primera cosa que hice con yeso surgió de forma accidental. Me habían pedido que preparase un diseño de hojas para adornar una pared. Era una pared estucada, pintada de color blanco y en ella aparecían unas grietas, las cuales la propietaria quería ocultar de una forma lo más estética posible, de ahí que me pidiera un diseño de hojas y ramas, algo muy natural y ligero. Empecé a pensar en ello, pero cada vez que lo hacía se me ocurría un diseño en relieve. Así que comencé a  decidir el material con el que podrían crear las ramas y las hojas. Decidí emplear silicona porque me recordó la forma en que se decoran las tartas. Una buena manera de aplicar el material en la pared haciendo las delicadas formas de las ramas. Como también sirve de adhesivo, me servía para pegar los espejos. Decidí utilizar las bolas de navidad, porque resultaba mucho más económico que comprar los espejos sueltos en una tienda especializada, y además son más fáciles de encontrar. Puedes comprar las bolas de navidad en cualquier tienda de todo a cien. Además, si lo haces cuando ya han pasado las fiestas y están de rebajas puedes tenerlas luego guardadas con tus herramientas para cuando las necesites.
Utilicé la escayola porque me pareció era el material más paredido a la carga de la pared y resultaría natural y agradable a la vista y al tacto.

       

         Para hacer las ramas utilicé la silicona con pistola  y para hacer las hojas, preparé los bordes con silicona y pegué con este mismo material los cristalitos con los que adorné cada hoja.
         Luego rellené el interior con escayola mezclada con agua y le fui dando forma con las espátulas. Cuando se quiere ser muy delicado se puede utilizar un pincel.
Hay que tener cuidado y trabajar rápido, porque la escayola seca casi instantáneamente. Lo mejor es extenderla cuanto antes e ir modelando los detalles una vez está toda aplicada. Ni qué decir que hay que trabajar con sólo una hoja de cada vez. Para conseguir resultados más precisos se pueden pulir los bordes con lija y marcar cualquier detalle que sea necesario con un cuchillo o con un pequeño torno eléctrico. Resultará extraño, pero yo encontré esto increiblemente desestresante.
         Después de que seque hay que limpiar los espejos para que vuelvan a brillar. Es bastante fácil si se utilizan bastoncitos de algodón, como los de limpiarse los oídos.
         Por último, después de dejar que seque durante unos días, se puede pintar encima. Yo utilicé pinturas metalizadas en tonos verdes, plateados y terrosos para crear un efecto más bien delicado, pero se pueden utilizar otros, por ejemplo rojizos y cobres para que parezcan hojas de otoño, azules para el invierno, etc.
Sólo see trata de utilizar tu imaginación.

          Detalle de una hoja. En él se puede apreciar la colocación de los espejos y el brillo que le confiere la pintura metalizada una vez seca.
         El resultado final en la pared creo que ha quedado bastante bien. Es original, pero a la vez discreto y funciona muy bien con el estucado original.





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