MATERIALES:
- Alkil
- Yeso
- Agua
- Pegamento termofusible
- Lienzos de distintos tamaños
- Espátulas
- Pinceles y brocha
- Un cuchillo o cutter
- Lija
- Espejitos
- Piedras azules
- Cristales verdes
- Pintura acrílica de distintos colores
- Pintura dorada en pasta
El segundo proyecto en el que me
embarqué consistió en una salamandra. La idea partió de mi novio.
Él quería una especie de tríptico. Generalmente es un cuadro
compuesto de tres lienzos, que colocados de la manera correcta
dejaran ver el dibujo completo. Sin embargo decidimos que quedaría
más original si en lugar de tres lienzos usáramos más y de
distintos tamaños.
Una vez escogido el tema el
primer paso consistió en diseñar la figura de la salamandra y
preparar el dibujo de forma que encajara en los distintos lienzos.
Lo mejor es hacer el dibujo básico en
un papel. Luego colocar los lienzos (lo mejor es en el suelo) de la
forma en que queramos que quede en la pared y una vez estemos
contentos con esto, comenzar a plasmar las líneas básicas del
dibujo lienzo por lienzo sin moverlos de la posición elegida, par
poder tener una visión global del aspecto que tendrá cuando esté
terminado.
Una vez hecho esto copiamos
el esquema en una hoja de papel, asegurándonos de que también
plasmamos la posición y distancia de los lienzos entre sí y la
proporción de la figura que vamos a crear en cada uno de ellos. Esta
será nuestra guía definitiva.
Ahora, una vez tenemos
nuestro esquema preparado hay que escoger el material que vamos a
utilizar. En lugar de escayola, que tiene una textura muy fina yo
prefería algo que una vez seco semejara la textura de arenisca, para
darle al cuadro un ligero toque étnico. Visité una tienda de
bricolaje y encontré un tipo de yeso granulado que me daría justo
los resultados que yo quería.
Los cristales verdes los
obtuve rompiendo una botella vacía de vino, las piedras azules de
una tienda de decoración y los espejitos de una de las bolas de
navidad que mencioné en el artículo anterior.
Mezclé el yeso con agua en
las proporciones que ponía en el paquete y lo apliqué a uno de los
lienzos para comprobar cómo quedaba una vez seco. Aquí me encontré
con dos grandes problemas. El primero que secaba rapidísimo y casi
no me daba tiempo para trabajar con la pasta, el segundo que una vez
seca, la mezcla se despegaba del lienzo. La solución que encontramos
fue añadirle a la mezcla alkil. La pasta entonces tarda más en
secar y es más fácil de modelar, además de quedar perfectamente
pegada al lienzo una vez seca. Pero encontrar las cantidades idóneas
no es nada fácil.
Es muy fácil pensar que la fórmula se
compone de yeso, alkil y agua, pero nos olvidamos de otro elemento
que se añade a la mezcla y que consiste en aire. La cantidad de aire
es inversamente proporcional a las cantidades de los otros
materiales. Quiero decir, si yo pongo dos cucharadas de yeso, dos de
alkil y cuatro de agua (que es más o menos la guía con la que
trabajar, es decir, la misma cantidad de alkil que de yeso y el doble
de agua) me entra cierta cantidad de aire en la mezcla, que es lo que
hace que ésta seque. Pero si pongo la mitad de cada material,
pensando que al hacer una perfecta proporción voy a conseguir los
mismos resultados y desperdiciar menos material, no funciona, porque
al ser la mezcla más pequeña entra más aire en ella y se seca
antes.
Mi consejo es que
practiques hasta que estés a gusto con las cantidades y que utilices
siempre la misma proporción, ajustando tu rapidez trabajando a los
materiales empleados y no al revés.
Una vez que tuve los
lienzos cubiertos con la pasta , volvía a marcar en cada uno las
líneas básicas del dibujo de la salamandra, para a continuación
rellenarlas con más pasta.
El trabajo es un poco lento porque hay
que esperar a que el material seque antes de aplicar la siguiente
capa.
Imagen de la salamandra con la
primera capa de yeso.
Después se pegan
los espejos, cristales y piedras de la forma escogida. Yo lo hice con
pegamento termofusible en pistola. Una vez fijos se recubren con más
pasta y se le da la forma que queramos, teniendo cuidado de limpiar
bien los cristales, etc. con bastoncillos húmedos.
Una vez hecho esto
se pueden aplicar más capas de yeso para dar más forma y crear los
detalles que se crean
necesarios.
Imagen de la salamandra completa y
con el fondo en rojo.
También nos
divertimos un poco cambiando los lienzos de posición. La salamandra
parecía un extraterrestre!
Después se va
aplicando pintura como si fuera un cuadro normal, sólo que además
de color contamos con relieve. Yo apliqué pintura dorada en seco con
un trapo encima del rojo.
También apliqué
pintura color arena en partes del cuerpo de la salamandra. Utilicé
pintura muy líquida para dejar ver el material subyacente.
Imagen de la salamandra terminada y
con el fondo dorado sobre rojo.
Por último añadí
algunos motivos étnicos en el fondo, incluyendo el contorno de las
manos de mi hijo pequeño. Veréis que resulta bastante llamativo y
es muy fácil de hacer. Además le da un toque emotivo al cuadro.
Y el
resultado final es éste:
!Aviso! Colgarlo
en la pared también requiere su truco, lo mejor es colgar el central
y tomar medidas de como tendrán que ir colocados los demás a su
alrededor.